jueves, 27 de enero de 2011

...y un huevo

…y un huevo

“Si entramos en una nave típica para la cría de pollos sentiremos una fuerte sensación de ardor en los ojos y en los pulmones. Es por el amoníaco que desprenden los excrementos de las aves que se amontonan en el suelo sin que nadie lo limpie, y los suelos no se limpian antes del crecimiento de cada pollada: normalmente sólo se limpian una vez al año y en algunos lugares, cada dos años o más. Estos niveles elevados de amoníaco provocan en las aves enfermedades respiratorias crónicas, llagas en las patas y ampollas en el pecho.(…)
Los criadores racionan la comida que dan a estas aves y la reducen a un 30-40% de lo que comerían para sacia su apetito… hay “días sin comida”, es decir, días en los que no se da de comer nada a estas aves hambrientas. Como esto tiende a hacer que las aves beban agua en exceso, se les raciona el agua durante esos días. Las aves picotean compulsivamente el suelo aunque no haya nada, bien para reducir el estrés, bien con la vana esperanza de encontrar algo que comer.(…)
“Somos lo que comemos” Meter Singer y Jim Mason. Ed. Paidós

Normalmente no pensamos que lo que comemos pueda tener una dimensión ética. Si queremos saber de dónde vienen los huevos y cómo han sido tratadas las gallinas, el dato más importante es el primer número de los impresos en el cascarón.
El 3 nos indica que vive hacinada en una jaula sin espacio para moverse y sin ver la luz del sol, desde que nace hasta que muere.
El número 1 quiere decir que ha sido puesto por una gallina campera, esto es, puede moverse y escarbar en el exterior, la densidad no puede ser superior a una cada cuatro metros cuadrados.
El número 0 este huevo pertenece a la producción ecológica.
Los huevos de Biocesta han sido producidos por gallinas que viven en libertad en la preciosa finca ecológica de nogales Río Grande en Coín, en un entorno medioambiental natural y protegido, en contacto con la tierra y el sol elementos indispensables para su desarrollo biológico.
Crian las gallinas desde su nacimiento con una alimentación 100% vegetal, procedente de agricultuta ecológica certificada, además, toman del campo hierbas, semillas, insectos, mineralres, etc. Lo que da una calidad y un sabor característico a los huevos.
No se utilizan antibióticos, productos químicos de síntesis, alimentos transgénicos, ni productos que puedan ser contaminantes para el suelo, las plantas, los animales o su entorno.
Al comprar estamos eligiendo!

1 comentario:

  1. Qué fuerte!!! Supongo que lo de dar menos comida es para ahorrarse dinero, no? Pobres gallinas y pobres de nosotros que comemos sus huevos. Me he quedado impresionada con esto. Tampoco sabía nada de los números de los cascarones. Grácias por esta información tan interesante y útil. Besitos y adelante con vuestro proyecto.

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