domingo, 24 de abril de 2011

con "bio" de vida


“Según la OMS, el 80% de las enfermedades “de la civilización” tienen que ver con la dieta contaminada (…) Es curioso destacar cómo se ha producido un cambio en la alimentación, que históricamente cumplía con la misión de curarnos de ciertas enfermedades. “…QUE MI ALIMENTO SEA MI MEDICINA”, proclamaba Hipócrates. Lo que ocurre actualmente es todo lo contrario. Se están generando medicamentos para curarnos del efecto que muchos alimentos tienen sobre nuestra salud”
“Hemos podido concluir que los alimentos ecológicos presentan mayor concentración en proteínas, mayor contenido vitamínico, mayor contenido mineral y mayor nivel de sustancias antioxidantes”
“Cada vez más, me encuentro con grupos de consumidores concienciados en cuanto a la alimentación respetuosa, lo que incluye que la producción sea lo menos impactante, que respete el bienestar animal y que los circuitos de distribución sean cortos. Curiosamente, estos grupos son personas jóvenes, no pertenecientes a una clase social alta y eso es un elemento indicativo sobre el cambio experimentado, ya que hace unos años el consumo ecológico implicaba un producto caro y de escasa distribución”
Dolores Raigón

Dolores Raigón es una eminencia en el tema de la producción ecológica y calidad de alimentos sobre el que lleva más de 15 años investigando. Ingeniera Agrónoma de la Universidad de Valencia y Catedrática de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natura, es también autora del libro “Alimentos ecológicos, calidad y salud“, Podemos leer sus conclusiones en este extracto de la entrevista  realizada por Pedro Burruezo y publicada en el Diario de Biocultura Valencia 2011.

¿Se puede decir que la agricultura ecológica es más sana que la convencional?
Cuando hablamos de agricultura ecológica, tenemos que referirnos a sus principales objetivos, entre los que destaco:
  1. Trabajar con los ecosistemas de forma integrada
  2. Mantener y mejorar la fertilidad de los suelos
  3. Producir alimentos libres de residuos químicos
  4. Utilizar el mayor número de recursos renovables y locales
  5. Mantener la diversidad genética del sistema y de su entorno
  6. Evitar la contaminación resultante de las técnicas agrarias
  7. Permitir que los agricultores realicen su trabajo de forma saludable
Evidentemente estos son objetivos de una agricultura limpia y sana y sostenible para el entorno.
MÁS NUTRIENTES
¿Se puede ya decir también que los alimentos ecológicos tienen más nutrientes que los convencionales?
Afortunadamente, la conciencia ecológica está presente en las líneas de trabajo de los investigadores, y en este sentido se producen de vez en cuando aportaciones donde se pone de manifiesto el mayor valor nutricional de los alimentos ecológicos. Concretamente en nuestros trabajos, hemos podido concluir que los alimentos ecológicos presentan mayor concentración en proteínas (tanto en alimentos de origen animal como vegetal), mayor contenido vitamínico (en frutas y verduras), mayor contenido mineral (en frutas, verduras, y alimentos en grano, como leguminosas y cereales) y mayor nivel de sustancias antioxidantes (en frutas, verduras, y en aceite de oliva).
¿Cuándo se podrá demostrar científicamente que los alimentos “bio” son también más vitales?
En muchos trabajos ya se pone de manifiesto que los alimentos ecológicos contienen  concentración en materia seca, que influye tanto en la mayor concentración nutricional, como en las mejores aptitudes en postcosecha, y en este sentido estamos hablando de vitalidad del alimento. Pero para que pueda ser admitido científicamente tenemos que ir a un protocolo y a unos estudios comparativos en igualdad de condiciones, donde se pueda demostrar.
ENFERMEDADES Y DIETA
Según la OMS, el 80% de las enfermedades “de la civilización” tienen que ver con la dieta contaminada…
Es una cifra alarmante, pero es la realidad. Es curioso destacar cómo se ha producido un cambio en la alimentación, que históricamente cumplía con la misión de curarnos de ciertas enfermedades. “…Que mi alimento sea mi medicina”, proclamaba Hipócrates… Lo que ocurre actualmente es todo lo contrario. Se están generando medicamentos para curarnos del efecto que muchos alimentos tienen sobre nuestra salud.
¿Crees que la población es consciente de este gravísimo problema?
La población no es consciente de las carencias de la alimentación convencional; sólo reflexiona ante los casos de alarmas alimenticias, y, desgraciadamente, con muy poca memoria histórica, pues olvidamos rápidamente. Lo más grave es que no sean conscientes nuestros gobernantes, ya que estas cuestiones tienen una repercusión inmediata en el gasto sanitario, con las repercusiones sociales y económicas que ello significa.
¿Por qué la clase científica y las empresas gastan tantos esfuerzos en encontrar terapias para enfermedades cuyas causas conocemos perfectamente y que podríamos evitar cambiando sistemas de producción?
Imagino que por los propios intereses de crecimiento empresarial. Pensemos por un instante lo que ocurre con la defensa del medio ambiente; resulta que se convierte en un importante negocio, justo para las empresas que más influyen en su degradación. Pues hagamos el paralelismo con las enfermedades…
DIOXINAS EN LOS PIENSOS
¿Te ha sorprendido el escándalo de los piensos con dioxinas en Alemania?
Evidentemente me ha sorprendido como ciudadana, y son alarmas que nunca quieres que se produzcan y por lo tanto sorprenden. Ahora bien, conociendo las técnicas que se emplean en la producción intensiva o industrial de alimentos, lo raro es que no salten escándalos alimenticios con más frecuencia…

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